viernes, 5 de febrero de 2016

Encuentro Argentino por el Bien Común II


Durante el 2001, antes del estallido social, se comenzó a poner en práctica lo propuesto por el EAxBC con los FOPACI: Foros de Participación Ciudadana. En ámbitos católicos se convocaba con el siguiente texto...
Porque queremos ser nación
... una nación construida en paz, asentada en el piso de la justicia, sustentada por las columnas de la salud, la educación, el trabajo y la responsabilidad y cobijada bajo el  techo de la solidaridad que posibilita el bien común. Debemos afrontar con grandeza nuestra situación actual, pronunciar confiadamente una oración por la patria, y ponernos a trabajar arduamente porque hoy la Patria requiere algo inédito:

Si la levadura no fermenta la masa (Mt 13,33). Si la sal no sala (Lc 14,34).
“La política es la forma más alta de caridad después de la religión”. Pío  XI
La función  política es hacer converger todas las acciones de la sociedad  hacia
la realización del Bien Común que podíamos definirlo como el conjunto de condiciones  que consienten y favorecen el desarrollo integral de la persona.
Los que trabajan y dirigen en política, prácticamente deciden la conformación de las distintas capas sociales y el grado de participación de las mismas en la vida productiva, educativa, cultural y su  acceso a la salud y a la justicia. Determinan quienes están incluidos o excluidos de la “riqueza” económica y espiritual de la nación.
Debemos ser actores y no meros espectadores. (Mt 7,21).
Tenemos que aportar nuestros dones. (Lc 9,13) (Mt 25,14-30)
“A los laicos pertenece por propia vocación buscar el Reino de Dios tratando y ordenando, según Dios, los asuntos temporales... A ellos, muy en especial, corresponde iluminar y organizar todos los asuntos temporales” Lumen Gentium30
Me atrevo a concluir que el laico tiene su misión principal en el ámbito de la sociedad civil y no debe  refugiarse en el ámbito parroquial o solamente cumpliendo tareas asistencialistas.
No debemos ser bomberos que apagan incendios, debemos crear condiciones para  evitarlos. María sigue repitiendo, “hagan lo que Él les diga(Jn 2,5 2,5).
No es este el momento para indecisiones o faltas de compromiso. Es la hora de los audaces, de los que tienen esperanza, de los que aspiran a vivir en plenitud el Evangelio y de los que quieren realizarlo en el mundo actual y en la historia que se avecina”. Juan Pablo II
Dicen los obispos “No podemos ser peregrinos del cielo, si vivimos como fugitivos de la ciudad terrena”.
Necesitamos un encuentro argentino, un encuentro que no se reduzca a reunirnos y estar cerca sino a un diálogo fecundo en donde se interrelacionen las distintas realidades y nos enriquezcan. Un encuentro donde pongo mis posibilidades con espíritu generoso, con voluntad de compartir y crear algo en común; y por otro lado, me pongo a la escucha.
La Iglesia argentina necesita crear un ámbito para recrear la política.
Hermanos: No vamos a prender una luz para ponerla debajo de la cama, debemos ponerla sobre el candelero (Mc 4, 21).
La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante y así sean mis discípulos” (Jn 15, 8)
No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los eligió a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero” (Jn 15, 16)
Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, yo estoy presente en medio de ellos” (Mt 18, 20)
Por más largo que sea el camino, siempre se comienza con un paso


Desde cada rinconcito del país empecemos a gestar este:

ENCUENTRO ARGENTINO POR EL BIEN COMÚN


Los invito a rezar:

ORACION POR LA PATRIA

Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Nos sentimos heridos y agobiados.
Precisamos tu alivio y fortaleza.
Queremos ser nación,
una nación cuya identidad
sea la pasión por la verdad
y el compromiso por el bien común.
Danos la valentía de la libertad
de los hijos de Dios
para amar a todos sin excluir a nadie,
privilegiando a los pobres
y perdonando a los que nos ofenden,
aborreciendo el odio y construyendo la paz.
Concédenos la sabiduría del diálogo
y la alegría de la esperanza que no defrauda.
Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor,
cercanos a María, que desde Luján nos dice:
¡Argentina! ¡Canta y camina!
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Amén.

Conferencia Episcopal Argentina

Si comparten esta propuesta háganla circular y contáctense con toda persona de buena voluntad que quiera servir a nuestra Patria. Ya hay grupos trabajando en este tema generando ámbitos de diálogo, reuniones de formación y elaborando caminos de acción. También tenemos un proyecto para compartir,  debatir, consultar y trabajar entre todos.

El proyecto de un pueblo se encuentra en el corazón del pueblo

Para informes y propuestas: jgxlavida@hotmail.com
                                  

                                                                                              Jorge Alberto Giangreco

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