domingo, 31 de julio de 2016

#NoAlTarifazo: Multisectorial en la Comuna 10

En el día de ayer se reunió la multisectorial contra el tarifazo organizada dentro de la Comuna 10, y allí estuvo presente Bien Común, el partido de La Alameda y del que también participa Parresía. La reunión fue llevada a cabo en la Sociedad de Fomento Luz del Porvenir, del barrio de Versailles.
El encuentro contó con la participación de distintas agrupaciones políticas, asociaciones de vecinos, sectores del sindicalismo y vecinos de a pie, entre los cuales hubo varios comerciantes preocupados por la situación y por los riesgos que representa el tarifazo para sus negocios.
Asimismo, luego del agradecimiento inicial a la sociedad de fomento por prestar el recinto para la reunión, se recordó que lugares como éste están en peligro debido a la puesta en práctica de los aumentos siderales en las tarifas. Se recordó que los clubes de barrio y muchas expresiones culturales locales se pondrán en riesgo al no poder afrontar el precio de las facturas de los distintos servicios públicos.
La multisectorial en conjunto decidió dejar a las claras desde un comienzo la unidad que debe estar presente entre los ciudadanos a la hora de perseguir un objetivo común, que es el de mejorar la calidad de vida de las personas. Afortunadamente, ésto se pudo ver presente a lo largo del debate. Por otro lado, se buscó pensar las formas de atraer aún a más vecinos y comerciantes de la zona a estas reuniones. En este sentido, en varias ocasiones se buscó dejar en claro que se debe evitar la realización de política partidaria (más allá de que muchos partidos políticos participen de la multisectorial) en todo lo relacionado a la lucha contra el tarifazo, de manera que esta sea lo más plural, abierta y abarcativa posible.
En todo momento se hizo énfasis en que el acceso al agua, a la luz y al gas son derechos humanos, y por ese motivo no pueden resultar inaccesibles a ninguna persona.
También hubo presencia de miembros del Consejo Consultivo Comunal, quienes buscarán presentar un petitorio en la Legislatura Porteña. La asamblea multisectorial del día de ayer decidió dar su apoyo a la presentación del mismo.
Se decidió también comenzar a analizar la opción de un “impugnazo” de facturas, de manera que una gran cantidad de vecinos realicen la impugnación en simultáneo. Y por último, se coordinaron puntos de encuentro para la manifestación que se llevará a cabo el día jueves 4 de agosto, en diferentes puntos de la Ciudad. Particularmente, se pensó en los puntos de protesta dentro del ámbito de la Comuna 10. En cuanto a esto, hubo consenso en evitar banderías partidarias en esta manifestación, de forma de afianzar el sentido de unidad y convocar a la gente en un mismo grito: #NoAlTarifazo.

 
Recordemos que esta Multisectorial contra el Tarifazo en la Comuna 10 tiene como antecedentes el #Ruidazo / #Cacerolazo del 14 de Julio y el #Frazadazo del 29 de Junio.


viernes, 8 de julio de 2016

Carta del Papa Francisco por el Bicentenario de la Independencia

En una carta dirigida al presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, en la víspera de la celebración del Bicentenario de la Independencia, el Papa Francisco ha enviado sus saludos y un mensaje a los obispos, autoridades naciones y a todo el pueblo argentino. 
Reproducimos a continuación el texto de la misiva: 
 
Ciudad del Vaticano, 8 de julio de 2016.

S.E.R.
Mons. José María Arancedo
Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina
Buenos Aires

Querido hermano:
En vísperas de la celebración del bicentenario de la lndependencia quiero hacer llegar un cordial saludo, a vos, a los hermanos Obispos, a las Autoridades nacionales y a todo el Pueblo argentino. Deseo que esta celebración nos haga más fuertes en el camino emprendido por nuestros mayores hace ya doscientos años. Con tales augurios expreso a todos los argentinos mi cercanía y la seguridad de mi oración.
De manera especial quiero estar cerca de los que más sufren: los enfermos, los que viven en la indigencia, los presos, los que se sienten solos, los que no tienen trabajo y pasan todo tipo de necesidad, los que son o fueron víctimas de la trata, del comercio humano y explotación de personas, los menores víctimas de abuso y tantos jóvenes que sufren el flagelo de la droga. Todos ellos llevan el duro peso de situaciones, muchas veces límite. Son los hijos más llagados de la Patria.
Sí, hijos de la Patria. En la escuela nos enseñaban a hablar de la Madre Patria, a amar a la Madre Patria. Aquí precisamente se enraiza el sentido patriótico de pertenencia: en el amor a la Madre Patria. Los argentinos usamos una expresión, atrevida y pintoresca a la vez, cuando nos referimos a personas inescrupulosas: "éste es capaz hasta de vender a la madre"; pero sabemos y sentimos hondamente en el corazón que a la Madre no se la vende, no se la puede vender... y tampoco a la Madre Patria.
Celebramos doscientos años de camino de una Patria que, en sus deseos y ansias de hermandad, se proyecta más allá de los límites del país: hacia la Patria Grande, la que soñaron San Martin y Bolívar. Esta realidad nos une en una familia de horizontes amplios y lealtad de hermanos. Por esa Patria Grande también rezamos hoy en nuestra celebración: que el Señor la cuide, la haga fuerte, más hermana y la defienda de todo tipo de colonizaciones.
Con estos doscientos años de respaldo se nos pide seguir caminando, mirar hacia adelante. Para lograrlo pienso -de manera especial- en los ancianos y en los jóvenes, y siento la necesidad de pedirles ayuda para continuar andando nuestro destino. A los ancianos, los "memoriosos" de la historia, les pido que, sobreponiéndose a esta "cultura del descarte" que mundialmente se nos impone, se animen a soñar. Necesitamos de sus sueños , fuente de inspiración. A los jóvenes les pido que no jubilen su existencia en el quietismo burocrático en el que los arrinconan tantas propuestas carentes de ilusión y heroísmo. Estoy convencido de que nuestra Patria necesita hacer viva la profecía de Joel (cf. Jl 4, 1). Sólo si nuestros abuelos se animan a soñar y nuestros jóvenes a profetizar cosas grandes, la Patria podrá ser libre. Necesitamos de abuelos soñadores que empujen y de jóvenes que -inspirados en esos mismos sueños- corran hacia adelante con la creatividad de la profecía.
Querido hermano pido a Dios, nuestro Padre y Señor, que bendiga nuestra Patria, nos bendiga a todos nosotros; y a la Virgen de Lujan que, como madre, nos cuide en nuestro camino. Y, por favor, no te olvides de rezar por mí.
Fraternalmente
Francisco

jueves, 7 de julio de 2016

Francisco y Argentina: voceros o amigos (Vatican Insider)

Francisco y Argentina: voceros o amigos

El Papa aclaró que su único vocero oficial está en el Vaticano, pero en Argentina persiste un debate que confunde a amigos de Francisco con portavoces institucionales. ¿Qué opina él sobre Gustavo Vera? Un mail inédito lo revela  
 
Ciudad del Vaticano

“No tengo voceros en Argentina”. La frase, pronunciada en estos días por el Papa, pareció convertirse en un hecho periodístico de enorme trascendencia en su país natal. Pero resultó apenas una banalidad. Siempre fue claro que la única voz oficial del pontífice es la sala de prensa del Vaticano. ¿Por qué tanta agitación, entonces? Ciertos círculos políticos parecen obsesionados no con los portavoces. Les molestan los amigos. Quienes conocen de verdad a Francisco y pueden transmitir su pensamiento. Y se han empeñado en desautorizar su voz. Una extensión de la ya denunciada, “brutal e inaudita”, campaña mediática contra Bergoglio.

“No hay más voceros, en la Argentina o en cualquier otro país, que los voceros oficiales del Papa. ¿Es necesario repetirlo? Lo repito entonces: la oficina de prensa del Vaticano es el único vocero del Papa”, dijo el líder católico al diario La Nación, en una entrevista publicada el domingo último. Un texto que pareció –más bien- la escueta transcripción de un coloquio privado, con todas las limitaciones del caso.

La pregunta del periodista Joaquín Morales Solá, que obtuvo esa respuesta, se centró en una persona específica: Gustavo Vera, referente de la organización social La Alameda y legislador de la Ciudad de Buenos Aires por el partido Bien Común. Pero Francisco no quiso personalizar. Respondió genéricamente, con verdad y apegó a lo institucional.

Quienes conocen de verdad al Papa, saben que no necesita voceros especiales. Con Federico Lombardi, director de la sala de prensa vaticana, le basta y sobra. Una cosa distinta son sus amigos. Estos se encuentran en otro nivel. Con ellos mantiene un diálogo permanente, sincero y profundo. Conocen al pontífice mucho más a fondo, saben de sus preocupaciones y de sus inquietudes. Eso los hace periodísticamente atractivos. No necesitan hablar en nombre de Francisco, hablan por si mismos de aquello que ver y oyen.

Un vocero es, a menudo, víctima de un entramado protocolar. Eso lo limita y condiciona. Un amigo es libre y creativo, cualidades que el Papa valora. Así se lo manifestó esta misma semana al propio Vera, en un correo electrónico en el cual constató que “predicar con viento en contra es, en definitiva, la característica del profeta”. Le reconoció una “actitud y actividad constructiva”, pero advirtió que “sucede lo de siempre: cuando ven a alguien que construye puentes les da miedo”.

Más adelante estableció: “Sos mi amigo. Lo dije y lo digo. Te hospedás aquí (en Santa Marta ndr). Eso si: te tienen miedo porque no solo denunciás sino que construís”. Y apuntó: “Las elites selectivas le tienen terror al hecho concreto de que todos somos hijos de Dios, iguales ante la justicia y con los mismos derechos”.

En ese mismo mensaje, al cual tuvo acceso el Vatican Insider, Bergoglio dejó en claro estar bien consciente de la campaña en su contra que atraviesa varios medios de comunicación en Argentina. Lo hizo con frases incontestables: “Me viene, al final, una frase muy argentina: ‘prender el ventilador’... Creo que al ‘operativo de prensa’, organizado por algunos colaboradores del oficialismo le cabe perfectamente. Después de todo, y lo digo con tristeza, desparraman lo que tienen en el corazón. Levantar muros y ensuciar a los otros, aquí son sinónimos”.

Vera y otros personajes cercanos al Papa, como el consultor vaticano Juan Grabois, han aclarado muchas veces en público que ellos no son voceros del pontífice. ¿Por qué siguen siendo calificados sistemáticamente así por la prensa? La explicación puede encontrarse en un artículo de Jaime Durán Barba, ecuatoriano, cercano asesor del presidente argentino Mauricio Macri. Él fue el primero que habló de “voceros del Papa” para deslizar críticas hacia opiniones que considera incómodas.

Durán Barba no aprecia a Francisco, es públicamente conocido. Tanto él como Elisa Carrió, diputada nacional y compañera política de la alianza gobernante Cambiemos, no han dudado en lanzar filosas críticas contra el pontífice cuando lo consideraron políticamente necesario. O útil. Pero desde el gobierno de Macri sólo ha habido desmarques tibios. Ningún desmentido. Para todos es claro que ni uno, ni la otra, son voceros del presidente. Pero no por eso se los desautoriza. Sus voces son muy escuchadas y sirven de termómetro político para comprender lo que ocurre en el contexto del mandatario.

No es necesario ser amigo del Papa para saber con exactitud lo que él piensa sobre la política, el gobierno, la corrupción, el liberalismo salvaje, la deuda externa, el desempleo, las dificultades económicas de las familias, la ecología o el consumo indiscriminado de los recursos naturales. Basta con seguir sus múltiples discursos, que se cuentan por centenares. O, si se prefiere, leer documentos como “Evangelii Gaudium” y “Laudato Si”.

Tampoco se requiere ser un cercano asesor del Papa para poder contrastar ese pensamiento, públicamente conocido, con lo que ocurre en Argentina. En Brasil, en México o en cualquier parte del mundo. No es obligatorio tener la venia del Vaticano para sacar las propias conclusiones y transmitirlas a los demás. Este ejercicio lo pueden hacer periodistas, analistas, observadores y también, por qué no, amigos.

Francisco no tiene un problema personal con Macri. Lo aclaró él mismo. Eso no significa que esté obligado a compartir todas y cada una de las decisiones del presidente. Ni de ningún presidente. Tampoco que deba autocensurarse cuando se siente preocupado por la situación real de la gente en su país, ajustada entre “tarifazos” y preocupada por cómo llega a fin de mes. Esa preocupación, no siempre personalizable, habla de lo que Bergoglio siempre fue: un hombre que vive en un presente absoluto.

Así las cosas, la discusión argentina sobre los “voceros” del Papa parece superada por la realidad. En cuanto a sus amigos, pretender silenciarlos es tanto como querer censurar la voz del mismo pontífice. Y eso suena, más bien, a una trasnochada voluntad decimonómica.
 
 
Replicado en medios argentinos: