domingo, 16 de junio de 2019

Plenario de Parresía

El sábado 15 de junio se realizó un nuevo plenario de Parresía con la asistencia de 20 personas y la adhesión de algunos que no pudieron sumarse en esta ocasión.
Se socializaron las novedades, se tomaron algunas definiciones identitarias y, finalmente, se debatió el rumbo a seguir, explicitando algunas acciones concretas.
Se puso en conocimiento de todo el grupo las reuniones que se fueron teniendo en base al mandato del plenario anterior: reunión con referentes de Tres Banderas (con nuestra incorporación como Parresía a través de esta agrupación al Frente Patria Grande), con el Centro Nueva Tierra (para sumarnos a la movida de Factor Francisco) y con Mons. Gustavo Carrara, el obispo de los pobres.
Se decidió avanzar en la militancia coyuntural para estas elecciones con el Frente de Todos, a la par que nos propusimos trabajar con el Proyecto de Pastoral Social Juvenil.
Se conversó sobre temas de organización interna, armado de equipos, revisión del logo y el trabajo colaborativo con documentos online.
Llegada la madrugada, y luego de un hermoso encuentro donde además pudimos seguir compartiendo la vida, se dio por finalizada la juntada.



domingo, 9 de junio de 2019

Parresía en el Frente Patria Grande

Somos militantes de Jesús en la Iglesia-Comunidad-Pueblo de Dios conducida por Francisco.
Somos militantes del Dios que “derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes, que colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías” (Lc 1, 52-53)
Somos militantes guiados por el Espíritu que sopla donde quiere y nos impulsa a vivir con audacia, coraje, fervor, pasión y con la libertad de los hijos de Dios.
Somos militantes del campo nacional, popular, latinoamericanista, humanista, cristiano y revolucionario.
Somos militantes de los movimientos populares y sociales, de las organizaciones libres del Pueblo.
Somos militantes de la Independencia Económica, la Soberanía Política y la Justicia Social.
Somos militantes de los Derechos Humanos.
Somos militantes de las tres T: Tierra, Techo y Trabajo.
Somos Parresía.

Y por eso, leyendo los signos de los tiempos en la coyuntura actual, nos sumamos activamente en Tres Banderas dentro del Frente Patria Grande, bajo la conducción de Juan Grabois, a militar activamente la fórmula Fernández-Fernández de Unidad Ciudadana para ganarle al macrismo, al neoliberalismo, a la oligarquía, a las élites, a las corporaciones, al gobierno del hambre, la pobreza, la desocupación, el ajuste, el endeudamiento, la represión y la violencia.




Nuestros enemigos dicen que no quieren volver al pasado, nuestros compañeros dicen `vamos a volver'. Nosotros proponemos otra consigna y es que 'recuperemos el futuro' para retomar lo mejor del pasado y construir un futuro que lo supere”, dijo Juan Grabois

 

domingo, 19 de mayo de 2019

"En la Semana de Mayo, reflexiones y decisiones" - Parresía

Empezó Mayo y nos organizamos para volver a encontrarnos con muchas novedades para compartir, y la necesidad de reflexionar y tomar decisiones. Por razones de agenda, teniendo en cuenta la dificultad para coordinar entre veinte personas que mayormente trabajan y estudian, elegimos reunirnos el sábado 18 de mayo. En aquel momento no sabíamos la importancia que luego tendría esa fecha.

La orden del día indicaba 3 temas:
1) Reunión con Juan Grabois
2) Reunión con Néstor Borri, del Centro Nueva Tierra, por Factor Francisco
3) Proyecto de "Pastoral Social Juvenil"

La mañana del sábado nos despertó con la novedad: Fernández-Fernández, con Cristina de Vice. El grupo whatsapp se activó como nunca. Cierta tristeza inicial por "Alberto Presidente", fue dejando lugar a la celebración por una estrategia brillante para ganarle a Macri. Se valoró la decisión de elegir la unidad como camino siendo que, como dice Francisco, "la unidad es superior al conflicto". Con el correr del día pudimos vernos identificados con el comunicado del Frente Patria Grande: militar la fórmula, ganarle a Macri, y tensionar por izquierda desde un cristianismo popular y revolucionario. Y reafirmamos lo que ya expresamos en la última reunión del año pasado: Parresía, con Grabois y Cristina. A la noche, ya durante la reunión, pudimos compartir también las emociones que fue despertando el video del anuncio, la voz de Cristina, las palabras elegidas, las imágenes...

Y, a diferencia de tantas otras veces, pudimos ceñirnos al orden del día.

1) Juan Grabois

A todes les integrantes de Parresía nos seduce el perfil de Juan Grabois. Por su procedencia de clase media y su compromiso militante con los más pobres en nuestra barriadas, nos sentimos muy identificados. Por su marco teórico, donde puede citar a Francisco, Marx y Perón en la misma idea. Porque nos sentimos representados con lo que simboliza el Frente Patria Grande, el rumbo que propone, y donde también se nos hace difícil hacerlo desde nuestro posicionamiento religioso (por prejuicio, y hasta distorsiones, de propios y ajenos). Porque nos consideramos militantes del movimiento nacional y popular con una mirada latinoamericanista desde un cristianismo revolucionario.
Decidimos reunirnos con Grabois. Ya entablamos conversación con Juan y nos contactó con quien organizará el encuentro. Evaluamos dos alternativas, a acordar con ellos. Una, básica, que es una charla-debate con Juan como principal orador, y abierta a mucha más gente que los que hoy por hoy formamos parte de Parresía. La otra tiene que ver con contarle quiénes somos, por qué decidimos encontrarnos con él, y ver desde dónde podemos sumarnos políticamente en general, y electoralmente en esta coyuntura particular. En breve tendremos novedades...

2) Factor Francisco

Somos Parresía, somos militantes de Jesús en la Iglesia conducida por Francisco. Por esa razón es que desde hace un tiempo que diferentes integrantes de Parresía veníamos siguiendo de cerca la movida de #FactorFrancisco en las redes. Finalmente nos decidimos e hicimos contacto con Néstor Borri para conocer más en profundidad la propuesta. Y coincidimos...
"Un Papa latinoamericano es un acontecimiento de la Iglesia Universal,  de la historia de nuestro mundo, un desafío teológico, histórico, cultural y político. Escuchado desde Argentina, Francisco envía señales, propone contraseñas, indica caminos, lanza desafíos y provocaciones. Invita al pensamiento, convoca a la acción.
Referente global en un mundo desencantado, auténtico en medio del reino de las mercancías, pícaro en tiempos de fluidez plana e ingenios tristes. Los desafíos de Francisco son teológicos, vivenciales, pastorales, históricos… son políticos... Lo que el Papa propone… da para más. Corre la vara, dobla la apuesta. Y por ese mismo camino queremos ir. Hay que arriesgar. La astucia es un valor y el tiempo lo demanda. La historia invita, la memoria sabe y empuja, la coyuntura lo exige...
Pensamos  #FACTORFRANCISCO desde esta perspectiva, como un aporte desde las ideas y la comunicación para expandir la potencia del Papa argentino para reconstruir un proyecto de país, un horizonte de justicia, unas militancias con trascendencia, carnadura y camino. Para la política, la cultura, el pueblo, las construcciones, los compromisos, el pensamiento y las preguntas. Para “factorear” la realidad con el Papa, con Francisco, pensándolo, respondiendo, provocando, interpretando e interpelando...
#FACTORFRANCISCO es una apuesta por el pueblo y por la alegría de la buena noticia también. Cuando el capitalismo más febril quiere acabar con toda voz disonante y todo pensamiento potente, en ese mismo mundo y en este momento, nos ponemos más papistas que el Papa."
Ya entablamos conversación con Néstor y quedamos en encontrarnos a la vuelta de su viaje.

3) Pastoral Social Juvenil

Por último, y a partir de valiosas inquietudes de varios de nuestros integrantes, nos propusimos retomar un proyecto que algunes de nosotres pensamos hace ya más de 10 años y presentamos, oportunamente, en Pastoral Social y Vicaría de Educación.
Más allá de la coyuntura, independientemente de nuestros posicionamientos partidarios, somos concientes que es necesario poder habilitar la voz de nuestras pibas y pibes en estos nuevos tiempos políticos. Y, obviamente, invitarlos a la formación, la reflexión y la acción.
¿Cuál es la idea central del proyecto? Generar diferentes formatos, presenciales y virtuales, para trabajar con adolescentes y jóvenes de los colegios, las parroquias, los grupos juveniles, los grupos misioneros, los grupos scout, y todo ámbito juvenil donde se nos abran las puertas, los temas fundamentales de la Doctrina Social de la Iglesia y el Magisterio de Francisco. Con una mirada abierta, participativa, creativa, popular y juvenil, con audacia, coraje, fervor y pasión, es decir, con parresía.
Somos concientes que en este punto debemos ser totalmente apartidarios. Por eso exploramos caminos para no mezclarlo con lo electoral ni con opciones coyunturales que atenten contra el proyecto. Es un proyecto político, pero debe estar más allá de la militancia partidaria. Sabemos que es fundamental hacer esta diferenciación y por eso apelamos a encontrarnos con otras y otros para poder construir esta propuesta. Creemos en la riqueza de la diversidad, de la pluralidad, en el caminar juntos con quienes pensamos diferente.
El perfil, recorrido, la formación, experiencia (también los contactos) de quienes somos Parresía nos permite entusiasmarnos con esta propuesta. Tenemos con qué, sabemos cómo, hacia dónde, y podemos hacerlo.
Decidimos iniciar un camino de consultas, reuniones, para ir recibiendo ideas en un proceso de construcción colaborativa, colectiva, del proyecto. Y, a la vez, iniciamos un proceso de (re)escritura para poder arribar en un plazo prudencial a un texto que nos permita articular con otras agrupaciones, fundaciones, asociaciones, instituciones y organizaciones. Estamos en camino...

Parresía sigue creciendo...

"Con Ella le ganamos" Frente Patria Grande

CON ELLA LE GANAMOS
ALBERTO-CRISTINA 2019 🇦🇷✌️
El FRENTE PATRIA GRANDE se constituyó para enfrentar en el terreno político-institucional al modelo neoliberal de Macri, a las corporaciones y al FMI desde la reivindicación crítica de los gobiernos populares argentinos y latinoamericanos.
Desde un primer momento, planteamos la necesidad de defender a Cristina de la guerra judicial desatada en su contra y promoverla como candidata a la presidencia. Nos motivaba la conciencia de que Cristina era la opción de los humildes y de la juventud, de las pibas en particular, los dos sectores en los que nos referenciamos esencialmente como generación militante. Asimismo, reconocíamos en Cristina el coraje para enfrentar a las corporaciones y a los sectores concentrados de poder. Queríamos un nuevo gobierno popular, sin corruptos ni hipócritas, liderado por una mujer, para desarrollar la agenda de tierra, techo, trabajo, de la juventud y del feminismo popular.
La decisión de Cristina de renunciar a la postulación a la presidencia nos entristece porque creemos que estos dos sectores sociales se quedan sin su candidata natural. Sin embargo, los objetivos antes mencionados no han cambiado en lo esencial y valoramos enormemente el mensaje de desprendimiento que la decisión de Cristina trae aparejado. Es un desprendimiento comprometido, porque Cristina renuncia a los honores de la presidencia, pero no a la lucha político-electoral ni a su rol histórico como signo de esperanza de los más vulnerables y oprimidos. Compartimos con ella que la catástrofe social e institucional a la que nos llevó la política neoliberal, autoritaria y hambreadora de Macri requiere construir los más amplios niveles de unidad nacional y popular para aplastar al macrismo en las urnas y recuperar la Patria del oprobio al que la sometieron. Respetamos y aceptamos su decisión y desde el FRENTE PATRIA GRANDE vamos a acompañar la candidatura de Alberto Fernandez y Cristina Fernández de Kirchner.
Desde el FRENTE PATRIA GRANDE vamos a integrar el Frente de Unidad a conformarse y a militar con todas nuestras fuerzas para ganar las elecciones, enterrar al neoliberalismo y recuperar la dignidad de nuestro Pueblo. También vamos a plantear con firmeza la necesidad de auditar escrupulosamente la deuda externa contraída durante la presidencia de Mauricio Macri, que ya le ha costado a la Argentina miles de millones de dólares, y que le costará a las futuras generaciones otros miles, inhibiendo el desarrollo de un programa que permita la felicidad del Pueblo, el crecimiento del consumo interno y el acceso a los derechos sociales, económicos y culturales.
Del mismo modo, impulsaremos la nacionalización de las empresas de servicios públicos esenciales como EDENOR y EDESUR, la anulación de los privilegios impositivos para los sectores concentrados del poder económico, la redstribución justa de la renta extraordinaria de la tierra, la ruptura de la subordinación al capital financiero, la plena implementación de la ley de medios, la reforma integral del poder judicial, la aplicación de mecanismos de democracia participativa y la adopción de una política decidida de integración de la Patria Grande. Asimismo, el FPG bregará por la inclusión de la juventud y el pueblo pobre organizado en la representación política. Desde luego, impulsaremos junto a todos los movimientos populares que la agenda de tierra, techo y trabajo —la reforma agraria y el acceso a la tierra, la integración urbana y el acceso a la vivienda, la economía popular y el trabajo digno— tengan un lugar prioritario en el programa de gobierno. Confiamos en que así será.
¡Recuperemos el futuro!
FRENTE PATRIA GRANDE

sábado, 18 de mayo de 2019

"En la Semana de Mayo, reflexiones y decisiones" CFK

Hoy sábado 18 comienza la Semana de Mayo y el próximo 25, en nuestra fecha patria, se cumplen ya 16 años del día en que Néstor asumió como presidente de un país devastado.
Quiero dirigirme a mis compatriotas para compartir, como siempre, reflexiones y también, claro, decisiones.
Nunca me desvelaron los cargos políticos, ni tampoco fueron mi principal motivación. Tal vez, porque pertenezco a una generación que no buscaba un lugar en las listas, sino un lugar en la historia. Sin embargo, también esa misma y por momentos trágica historia, me hizo comprender que los cargos también son herramientas para llevar adelante los ideales, las convicciones, las utopías. Es cierto que no las únicas, pero después de todo, son herramientas al fin, siempre.
Después de haber sido dos veces presidenta de este país -su primera mujer electa como tal- y de haber ocupado distintos cargos legislativos, siempre por voluntad popular expresada en las urnas, sigo más convencida que nunca que la expectativa o la ambición personal tienen que estar subordinadas al interés general.
Ese principio siempre remanido y repetido y tantas veces incumplido del peronismo de: «Primero la Patria, después el movimiento y por último los hombres», bueno… Es hora de hacerlo realidad de una vez por todas. No solo con palabras, sino también con los hechos y, sobre todo, las conductas. En este caso, primero la Patria, segundo el movimiento y por último una mujer -permitanme sólo por un instante, un poco de humor feminista-.
Le he pedido a Alberto Fernández que encabece la fórmula que integraremos juntos, él como candidato a Presidente y yo como candidata a Vice, para participar en las próximas elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias… Sí, las famosas P.A.S.O.
Alberto, a quien conozco hace más de 20 años, y es cierto, con quien tuvimos también diferencias. Tan cierto como que fue Jefe de Gabinete de Néstor durante toda su presidencia… y lo ví, junto a él, decidir, organizar, acordar y buscar siempre la mayor amplitud posible del gobierno.
Aquellos fueron tiempos muy difíciles, pero estos que estamos viviendo hoy los argentinos y las argentinas, son realmente dramáticos. Nunca tantos y tantas durmiendo en la calle. Nunca tantos y tantas con problemas de comida, de trabajo. Nunca tantos y tantas desesperados llorando frente a una factura impagable de luz o de gas. Y si miramos el Estado… ¡Ay, Dios mío! La deuda externa en dólares contraída en apenas 3 años es más grande que la que Néstor recibió defaulteada. Eso sí… con un agravante todavía: casi el 40% es con el Fondo Monetario Internacional.
El apabullante e innecesario, endeudamiento del país, empieza a mostrar en este presente los primeros síntomas de una realidad que será muy difícil de revertir… Sobre todo si anteponemos los nombres y las ubicaciones personales al desafío de contruir una coalición electoral no sólo capaz de resultar triunfante en las próximas elecciones, sino también que aquello por lo que se convoca a la sociedad pueda ser cumplido. Aquello por lo que se convoca a la scoiedad pueda ser cumplido.
Y esta última cuestión no es menor. Es un principio fundamental entonces, evitar sumar a la frustración actual producto de la estafa electoral que facilitó la llegada de Mauricio Macri al poder, una nueva frustración que, no tengo dudas, sumergiría a la Argentina en el peor de los infiernos.
Si… No tengo dudas. La situación del pueblo y del país es dramática. Y esta fórmula que proponemos, estoy convencida que es la que mejor expresa lo que en este momento de la Argentina se necesita para convocar a los más amplios sectores sociales y políticos, y económicos también, no sólo para ganar una elección, sino para gobernar. Porque algo le tiene que quedar claro a todos y a todas… Se va a tratar de tener que gobernar una Argentina otra vez en ruinas, con un pueblo otra vez empobrecido… Está claro, entonces, que la coalición que gobierne deberá ser más amplia que la que haya ganado las elecciones.
Estoy convencida que este es el mejor aporte que puedo hacerle a mi país. Se los dije días pasados en la sede del Partido Justicialista. Los dirigentes debemos dejar de lado las ambiciones y vanidades personales, y yo estoy dispuesta a aportar desde el lugar que pueda ser más útil. Tal vez, ese día cuando dije eso, algunos o algunas pensaron que era una de las tantas fórmulas de rigor, tan naturales, tan presentes siempre en todo encuentro político, pero no, no es así.
Tengo la certeza que nuestro pueblo no espera palabras ni discursos huecos y vacíos. Necesita gestos y hechos concretos que den certeza y seguridad a una unidad que comience a ordenarles la vida… una unidad que comience a ordenarles la vida… que con tanta perversidad este gobierno les desordenó en solo algo mas de 3 años.
Creo, sinceramente, que este es el camino.
El mundo actual y latinoamerica en especial han mutado para mal en los últimos tiempos. Hoy estamos en tiempos álgidos. Tiempos de disputa comercial, tecnológica, militar y política.
Tenemos los argentinos y las argentinas que tener la suficiente inteligencia y visión práctica para que esta disputa por el poder mundial no nos arrastre a mayor dependencia y pobreza. Tenemos que saber abordarla en beneficio de nuestro crecimiento como país y del bienestar de nuestro pueblo. Lo podemos hacer, lo sabemos hacer. Es más, tenemos que hacerlo.
Reitero, más que ganar una elección, necesitamos de hombres y mujeres que puedan gobernar una Argentina que se encuentra en una situación de endeudamiento y empobrecimiento peor que la del 2001. Y que tenga la suficiente amplitud de ideas y de sectores políticos para representar con compromiso el interés nacional, repito, para representar con compromiso el interés nacional, y dar respuesta a las necesidades más urgentes de nuestro pueblo.
No se trata de volver al pasado ni de repetir lo que hicimos del 2003 al 2015 -y de lo que más allá de aciertos, críticas o errores nos sentimos muy orgullosos-, pero el mundo es distinto y nosotros también.
Siempre pensé que gobernar es dar nuevas respuestas a los nuevos desafíos, en especial a los más jovenes… ustedes saben que ellos y ellas son mi debilidad.
Gobernar no es sólo firmar decretos o dar discursos. Es principalmente tomar decisiones que sean comprendidas, aceptadas y compartidas por la inmensa mayoría de nuestro pueblo y que perciba que ellas son para mejorarle su calidad de vida y para que sus hijos y sus hijas y sus nietos y sus nietas, tengan futuro.
En los últimos años de mi gestión, y en especial desde que me despedí del gobierno con una Plaza de Mayo colmada de pueblo, como no se recuerda en la historia argentina, he sido víctima de la más feroz y despiadada campaña de mentiras y difamaciones contra mi persona, mi familia y nuestro gobierno. No los voy a nombrar. Ustedes saben quienes son y como lo han hecho. Ellos solos se delatan por sus expresiones públicas y sus malas acciones.
No es casual además que esas mentiras, esa difamación y ese odio le han servido a aquellos que las instalaron para beneficiarse en lo económico hasta límites nunca vistos. Y todo ello a costa del más fenomenal endeudamiento de la Nación y del peor y más rápido empobrecimiento del pueblo argentino.
Sin embargo, no me guían ni el odio ni el rencor. Al contrario, mi decisión es una contribución a la construcción de un país distinto, que la tomo como una inmensa responsabilidad frente a la historia.
El otro día, cuando en la Sociedad Rural presenté mi libro Sinceramente… -el que veo y siento como un aporte a la discusión, al debate y al conocimiento histórico de los problemas de los argentinos- propuse un nuevo contrato social de ciudadanía responsable.
Ese nuevo contrato social no es más ni menos que la búsqueda de una mirada práctica que genere una base de orden. Un nuevo orden que permita el desarrollo individual de las personas dentro de las condiciones humanas y espirituales pero siempre, siempre en el marco de una realización social colectiva para evitar que el esfuerzo de cada argentino y cada argentina termine devorado siendo por el egoísmo y el individualismo.
Tenemos que entender de una buena vez y para siempre que el descontento o el enojo individual nunca modificaron el status quo, nunca transformaron la realidad. Pero si ese descontento adquire etapas superiores de unidad y coordinación, va a abandonar el camino de la queja para transformarse en el camino de la propuesta.
Y quiero ser yo la primera en ejercer el acto de responsabilidad ciudadana… Dejando de lado ambiciones o vanidades personales, asumo con gran compromiso y responsabilidad este nuevo desafío, con el convencimiento absoluto que es lo mejor para nuestro pueblo y nuestra Argentina.
A mis compañeros y compañeras les pido que estrechemos filas acompañando esta fórmula militando y trabajando con alegría y esperanza, porque el triunfo depende de nosotros mismos y de lo que cada uno de nosotros vaya aportando.
Yo creo, sinceramente, estar dando hoy el primer paso.
Comprender el presente de nuestra Nación obliga a no pensar en la suerte y destino personal de uno mismo. Pero de todos modos les puedo asegurar que el que me reconozcan, al punto de poder ser elegida nuevamente por ciudadanos y ciudadanas para conducir los destinos de nuestra Patria, es reparador luego de tantos agravios y halagador después de tanto esfuerzo.
Pero, no estamos para los halagos, alguien decía que la experiencia es un peine que te dan cuando te quedas pelado. Pero aún tengo bastante pelo y una experiencia construída desde muy chica en la militancia política que tuvo como corolario el orgullo de haber sido ocho años presidenta de todas y todos los argentinos.
Esa experiencia no estuvo exenta de errores, pero se tranforma en un valor sólo si se la toma en cuenta y se la escucha. La experiencia es esto, la experiencia no es perfección. Creo más bien que sirve y estimula la comprensión.
A mis compatriotas, que están angustiados por perder el trabajo, sin aún lo conservan. Que están angustiados por los precios que no dejan de subir y las tarifas de los servicios públicos que son impagables.
A mis compatriotas que también están preocupados porque el gobierno sigue endeudando al país en una obscena timba financiera de tasas de interes astronómicas y rematando dólares prestados.
A mis compatriotas que contemplan absortos como el Estado cada vez se aleja más del pueblo y solo beneficia a los sectores más poderosos y ricos.
A todos y a todas les pido que no desmayen, que no se resignen. Sabemos y saben que un país mejor no es una utopía. Que un país mejor es posible porque ya lo vivimos, lo acariciamos y lo sentimos.
Reconstruir, entonces, un país para todos y todas debe ser no sólo nuestro sueño, sino nuestro objetivo. Los quiero mucho a todos y todas. Cuídense mucho.
Sinceramente, Cristina.

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miércoles, 10 de abril de 2019

Juan Grabois: "Cristina tiene que volver sin los chorros y sin los hipócritas"

Juan Grabois: "Cristina tiene que volver sin los chorros y sin los hipócritas"

El dirigente social sostuvo que comparte con la ex Presidente "mucho espanto por el macrismo"
 
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"Yo no soy kirchnerista", aclaró Juan Grabois. El referente de la CTEP habló sobre su vínculo con Cristina Kirchner, la corrupción de la administración anterior y criticó el modelo de Mauricio Macri.
De cara a las próximas elecciones presidenciales, Grabois reflexionó: "Cristina tiene que volver con lo mejor que ella tiene, sin los chorros, sin los hipócritas, con ideas y gente nueva".
"No considero que Cristina sea mi conducción", dijo, al tiempo que sostuvo que apoya la candidatura de la ex Presidente por ser "la mejor opción en este momento". "Valoro y critico cosas de ella pero yo me formé con una perspectiva revolucionaria", agregó y expuso sus principales diferencias con CFK.
"La Argentina puede salir del pozo con una reforma agraria, lo que implica que no existan más personas que tengan 10 mil hectáreas. Lázaro Báez es uno de ellos, no creo que Cristina piense en expropiar y distribuir la tierra. No podemos tener un proyecto energético basado en Vaca Muerta, no creo que garantizar la energía a costa del ambiente a partir de la aplicación del fracking sea bueno para el país, probablemente ella piense que es necesario para el desarrollo industrial", abundó.
A su vez, el dirigente del Frente Patria Grande pidió "darles protagonismo político a los pobres" y lanzó una propuesta: "Que en la Cámara de Diputados y Senadores haya un 30% de legisladores pobres como hay un 30% de pobres en la sociedad". "Eso no lo piensa el kirchnerismo", destacó.
Más allá de las diferencias, reconoció que hoy es un aliado de la ex Presidente. "Me une el espanto a Macri", dijo y añadió que esta alianza "nació al ver el nivel de persecución que sufría". "Hay un ensañamiento judicial que tiene el objetivo de impedir que se presente, ya sea proscribirla o con un mecanismo de guerra psicológica dañando a su familia teniendo a su hija como rehén", consideró. Grabois cree que el estado de salud de Florencia Kirchner puede definir su participación en las elecciones. Sin embargo, asegura: "Cristina está en condiciones de presentarse y ganar por mucha ventaja, tal vez en primera vuelta".
"Si Cristina gana no va a haber venganza, ni revancha, no va a cagar al pueblo", expresó en cuanto a la posibilidad de que el kirchnerismo retorne al gobierno. En cuanto al escenario electoral, Grabois remarcó: "No voy a ser candidato, los que venimos de la lucha social somos piantavotos". Sin embargo, indicó su deseo: "Me gustaría ser ministro de Desarrollo Social". 
Críticas al Gobierno
Para Grabois, la crisis económica que atraviesa el país es parte del plan de Cambiemos. "El macrismo no fracasó, tuvo éxito. Su proyecto es este: el aumento de la pobreza es un mal necesario para financiar la concentración económica", argumentó.
"En este país pasaron cosas muy feas pero la carne y la leche no faltaban. En el 2001 fue difícil, pero ahora pasa innecesariamente", dijo el referente de Patria Grande al sostener que los dirigentes de Cambiemos "son cínicos, crueles e insensibles" y que Macri "tiene una ambición mal sana y perversa".
"Compraron cinco fábricas de fideos para cerrarlas y que una sola empresa tenga el monopolio de los fideos y maneje los precios; hay empresas que no distribuyen su segunda marca (más barata) para que los consumidores compren la leche más cara", expresó al criticar el modo en que el Gobierno sostiene el programa de Precios Cuidados.

Entrevista completa

jueves, 21 de marzo de 2019

Juan Grabois: “Cristina Kirchner maduró”

Juan Grabois: “Cristina Kirchner maduró”

El referente de la CTEP promueve la candidatura de la ex Presidente para las elecciones nacionales. Cuestionó a Urtubey porque su postulación dentro de Alternativa Federal es “funcional a Macri”
 
Juan Grabois quiere una gran interna con todo el peronismo (Crédito foto: Santiago Saferstein)
Juan Grabois quiere una gran interna con todo el peronismo 
(Crédito foto: Santiago Saferstein)
El dirigente Juan Grabois aseguró que Cristina Kirchner es la dirigente política con mayor intención de voto y en virtud de ello espera que se presente como precandidata a la Presidencia dentro de un "frente patriótico" que englobe a toda la oposición.
La estrategia contrasta con la adoptada por la ex jefa de Estado en las últimas dos elecciones cuando evitó que Florencio Randazzo enfrentara a Daniel Scioli en internas en 2015 y cuando ella misma evitó competir dentro del PJ en los comicios legislativos de 2017.
"Las personas cambian, las composiciones políticas de los frentes cambian y nosotros pensamos que hay que hacer Primarias", aseguró Grabois en diálogo con Luis Novaresio en radio La Red. "¿Cristina cambió?", le repreguntaron. "Yo creo que sí, que cambió, que mejoró, que maduró, como todas las personas que atraviesan situaciones difíciles y en este caso después de 8 años de experiencia en la Presidencia", contestó.
En ese frente patriótico, Grabois incluye a los dirigentes del peronismo que se diferenciaron de CFK en los últimos años, entre ellos a Sergio Massa y Juan Manuel Urtubey, quienes anunciaron públicamente que competirán por la sucesión de Macri pero dentro de otro espacio: Alternativa Federal.
Esa negativa a compartir espacio con Cristina Kirchner -dice Grabois- podría ser funcional a los intereses electorales de Cambiemos. "Urtubey no se presenta en las PASO con CFK no por una cuestión ideológica extrema sino porque le va a ir muy mal. Él especula porque seguramente va a perder porque no es un personaje muy popular en la Argentina y tiene bajísima intención de voto", disparó.

martes, 5 de marzo de 2019

Audiencia a un grupo de la Pontificia Comisión para América Latina

Publicamos a continuación el discurso que el Papa ha dirigido a los presentes:

Discurso del Santo Padre

Queridos amigos:

Agradezco las palabras del Cardenal Ouellet, e inicié esta intervención diciéndoles “queridos amigos”, y no por un mero recurso retórico sino porque al pensar en la iniciativa que han emprendido creo que puede ser oportuno recordar una línea del capítulo 15 del evangelio de san Juan, en el que Jesús dice a todos: «En adelante, ya no los llamaré siervos, porque el siervo no conoce lo que hace su señor. Desde ahora los llamaré amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí a mi Padre» (Jn 15,15).
Y Jesús funda la Iglesia con aires de una amistad, como un acto de amor, como un gesto de compasión por nuestra condición frágil y limitada. Y al encarnarse, Jesucristo abraza nuestra humanidad, abraza a nuestro “yo”, a veces egoísta, tantas veces temeroso, para regalarnos su fuerza y mostrarnos que no estamos solos en el camino de la vida, que tenemos un amigo que nos acompaña. Gracias a ello, cada vez que decimos “yo” podemos decir “nosotros”, es decir, somos comunidad con Él. Tenemos un “amigo” que nos sostiene, nos invita a proponer misioneramente esa misma amistad a todos los demás y así dilatar la experiencia de “Iglesia”.
Y esta verdad tiene muchas implicaciones en distintos ámbitos, pero en especial es importante para aquellos que descubren que son llamados a ser responsables de la promoción del bien común.
Ser católico en la política no significa ser un recluta de algún grupo, una organización o partido, sino vivir dentro de una amistad, dentro de una comunidad. Si tú al formarte en la Doctrina social de la Iglesia no descubres la necesidad en tu corazón de pertenecer a una comunidad de discipulado misionero verdaderamente eclesial, en la que puedas vivir la experiencia de ser amado por Dios, corres el riesgo de lanzarte un poco a solas a los desafíos del poder, de las estrategias, de la acción, y terminar en el mejor de los casos con un buen puesto político pero solo, triste y con el riesgo de ser manipulado.
Jesús nos invita a ser sus amigos. Si nos abrimos a esta oportunidad nuestra fragilidad no va a disminuir. Las circunstancias en las que vivimos no cambiarán de inmediato. Sin embargo, podremos mirar la realidad de una manera nueva, podremos vivir con renovada pasión los desafíos en la construcción del bien común. No olvidemos que entrar en política, significa apostar por la amistad social.
En América Latina tenemos un santo que sabía bien de estas cosas. Supo vivir la fe como amistad y el compromiso con su pueblo hasta dar la vida por él. El veía a muchos laicos deseosos de cambiar las cosas pero que muchas veces se extraviaban con falsas respuestas de tipo ideológico. Con la mente y el corazón puestos en Jesús y guiado por la Doctrina social de la Iglesia, san Óscar Arnulfo Romero decía, y cito:
«La Iglesia no se puede identificar con ninguna organización, ni siquiera con aquellas que se califiquen y se sientan cristianas. La Iglesia no es la organización, ni la organización es la Iglesia. Si en un cristiano han crecido las dimensiones de la fe y de la vocación política, no se pueden identificar sin más las tareas de la fe y una determinada tarea política, ni mucho menos se pueden identificar Iglesia y organización. No se puede afirmar que solo dentro de una determinada organización se puede desarrollar la exigencia de la fe. No todo cristiano tiene vocación política, ni el cauce político es el único que lleva a una tarea de justicia. También hay otros modos de traducir la fe en un trabajo de justicia y de bien común. No se puede exigir a la Iglesia o a sus símbolos eclesiales que se conviertan en mecanismos de actividad política. Para ser buen político no se necesita ser cristiano, pero el cristiano metido en actividad política tiene obligación de confesar su fe. Y si en eso surgiera en este campo un conflicto entre la lealtad a su fe y la lealtad a la organización, el cristiano verdadero debe preferir su fe y demostrar que su lucha por la justicia es por la justicia del Reino de Dios, y no otra justicia».[1] Hasta aquí Romero.
Estas palabras pronunciadas el 6 de agosto del 78 para que los fieles laicos fueran libres y no esclavos, para que reencontraran las razones por las que vale la pena hacer política pero desde el evangelio superando las ideologías. La política no es el mero arte de administrar el poder, los recursos o las crisis. La política no es mera búsqueda de eficacia, estrategia y acción organizada. La política es vocación de servicio, diaconía laical que promueve la amistad social para la generación de bien común. Solo de este modo la política colabora a que el pueblo se torne protagonista de su historia y así se evita que las así llamadas “clases dirigentes” crean que ellas son quienes pueden dirimirlo todo. El famoso adagio liberal exagerado, todo por el pueblo, pero nada con el pueblo. Hacer política no puede reducirse a técnicas y recursos humanos y capacidad de diálogo y persuasión; esto no sirve solo. El político está en medio de su pueblo y colabora con este medio u otros a que el pueblo que es soberano sea el protagonista de su historia.
En América Latina y en todo el mundo vivimos actualmente un verdadero “cambio de época”[2] –lo decía Aparecida– que nos exige renovar nuestros lenguajes, símbolos y métodos. Si continuamos haciendo lo mismo que se hacía algunas décadas atrás, volveremos a recaer en los mismos problemas que necesitamos superar en el terreno social y político. No me refiero aquí simplemente a mejorar alguna estrategia de “marketing” sino a seguir el método que el mismo Dios escogió para acercarse a nosotros: la Encarnación. Asumir. Asumiendo todo lo humano –menos el pecado– Jesucristo nos anuncia la liberación que anhela nuestro corazón y nuestros pueblos. Y entonces ustedes como jóvenes católicos dedicados a diversas actividades políticas serán vanguardia en el modo de acoger los lenguajes y signos, las preocupaciones y esperanzas, de los sectores más emblemáticos del cambio de época latinoamericano. Y les tocará buscar los caminos del proceso político más apto para llevar adelante.
¿Cuáles son los sectores más emblemáticos o significativos en el cambio de época latinoamericano? En mi opinión son tres, además lo deben de haber escuchado porque esta Carriquiri aquí, así que se lo copio a él. En mi opinión son tres a través de los cuales es posible reactivar las energías sociales de nuestra región para que sea fiel a su identidad y, al mismo tiempo, para que construya un proyecto de futuro: las mujeres, los jóvenes y los más pobres.
En primero lugar, las mujeres. La Comisión Pontificia para América Latina el año pasado ha dedicado una reunión plenaria precisamente a la mujer como pilar en la edificación de la Iglesia y la sociedad.[3] Además, a los obispos del CELAM en Bogotá en 2017 les recordaba que «la esperanza en Latinoamérica tiene un rostro femenino».[4] En segundo lugar, los jóvenes, porque en ellos habita la inconformidad y rebeldía que son necesarias para promover cambios verdaderos y no meramente cosméticos. Jesucristo, eternamente joven, está presente en su sensibilidad, en la de ellos, en su rostro y en sus inquietudes. Y en tercer lugar, los más pobres y marginados. Porque en la opción preferencial por ellos la Iglesia manifiesta su fidelidad como esposa de Cristo no menos que sobre el ámbito de la ortodoxia.[5]
Las mujeres, los jóvenes y los pobres son, por diversas razones, lugares de encuentro privilegiado con la nueva sensibilidad cultural emergente y con Jesucristo. Ellos son protagonistas del cambio de época y sujetos de esperanza verdadera. Su presencia, sus alegrías y, en especial, su sufrimiento son una fuerte llamada de atención para quienes son responsables de la vida pública. En la respuesta a sus necesidades y demandas se juega en buena medida la verdadera construcción del bien común. Constituyen un lugar de verificación de la autenticidad del compromiso católico en la política. Si no queremos perdernos en un mar de palabras vacías, miremos siempre el rostro de las mujeres, de los jóvenes y de los pobres. Mirémoslos como sujetos de cambio y no como meros objetos de asistencia. La interpelación de sus miradas nos ayudará a corregir la intención y a redescubrir el método para actuar “inculturadamente” en nuestros distintos contextos. Asumir, y asumir en concreto, toda esta problemática significa ser concreto y en política cuando uno se desvía del ser concreto se desvía también de la conducción política.
Una nueva presencia de católicos en política es necesaria en América Latina. Una “nueva presencia” que no solo implica nuevos rostros en las campañas electorales sino, principalmente, nuevos métodos que permitan forjar alternativas que simultáneamente sean críticas y constructivas. Alternativas que busquen siempre el bien posible, aunque sea modesto. Alternativas flexibles pero con clara identidad social cristiana. Y para ello, es preciso valorar de un modo nuevo a nuestro pueblo y a los movimientos populares que expresan su vitalidad, su historia y sus luchas más auténticas. Hacer política inspirada en el evangelio desde el pueblo en movimiento se convierte en una manera potente de sanear nuestras frágiles democracias y de abrir el espacio para reinventar nuevas instancias representativas de origen popular.
Los católicos sabemos bien que «en las situaciones concretas, y teniendo en cuenta las solidaridades que cada uno vive, es necesario reconocer una legítima variedad de opciones posibles. Una misma fe cristiana puede conducir a compromisos diferentes».[6] Por eso, los invito a que vivan su fe con gran libertad. Sin creer jamás que existe una única forma de compromiso político para los católicos. Un partido católico. Quizá fue esta una primera intuición en el despertar de la Doctrina social de la Iglesia que con el pasar de los años se fue ajustando a lo que realmente tiene que ser la vocación del político hoy día en la sociedad, digo cristiano. No va más el partido católico. En política es mejor tener una polifonía en política inspirada en una misma fe y construida con múltiples sonidos e instrumentos, que una aburrida melodía monocorde aparentemente correcta pero homogenizadora y neutralizante –y de yapa– quieta. No, no va.
Me alegra que haya nacido la Academia de Líderes Católicos y se expanda por diversos países de América Latina. Me alegra que ustedes busquen simultáneamente fieles al evangelio, plurales en términos partidistas y en comunión con sus Pastores.
Dentro de unos años, en 2031, celebraremos el V Centenario del Acontecimiento Guadalupano y, en 2033, el segundo milenio de la Redención. Quiera Dios que desde ahora en adelante puedan todos ustedes trabajar en la difusión de la Doctrina social de la Iglesia para así llegar a la celebración de estas fechas con verdaderos frutos laicales concretos de discipulado misionero. A mí me gusta repetir que tenemos que cuidarnos siempre de las colonizaciones culturales, no, las colonizaciones ideológicas, las hay económicas porque las sociedades tienen una dimensión de “coloneidad”; o sea, de ser abiertas a una colonización. Entonces defendernos de todo. Y al respecto me permito una intuición. A ustedes les tocará ajustar y corregir o no, pero es una intuición que la dejo a la mano de ustedes, sino quieren equivocarse en el camino para América Latina, la palabra es “mestizaje”. América Latina nació mestiza, se conservará mestiza, crecerá solamente mestiza y ese será su destino.
San Juan Diego, indígena pobre y excluido, fue precisamente el instrumento pequeño y humilde, que escogió Santa María de Guadalupe para una gran misión que daría origen al rostro pluriforme de la gran nación latinoamericana. Nos encomendamos a su intercesión para que cuando las fuerzas nos falten en la lucha por nuestro pueblo, recordemos que es precisamente en la debilidad que la fuerza de Dios puede hacer su mejor trabajo (cf. 2 Co 12,9). Y que la Morenita del Tepeyac nunca se olvide de nuestra amada “Patria Grande”, eso es América Latina, una Patria Grande en gestación, que nunca se olvide de nuestras familias y de los que más sufren. Y por favor no se olviden ustedes de rezar por mí. Gracias.
_____________
[1] S. Óscar Arnulfo Romero, Homilía, 6 agosto 1978.
[2]
Cf. V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Aparecida, 44.
[3]
Cf. Comisión Pontificia para América Latina, La mujer pilar de la edificiación de la Iglesia y de la sociedad en América Latina, Librería Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano 2018.
[4]
Francisco, Discurso al Comité Directivo del CELAM, 7 septiembre 2017.
[5]
Cf. S. Juan Pablo II, Novo millennio ineunte, 49.
[6]
S. Pablo VI, Octogesima adveniens, 50.

lunes, 18 de febrero de 2019

"La clase peligrosa" por Juan Grabois

¿Qué significa “clase peligrosa”? ¿Quiénes la integran y por qué causas? Pero sobre todo, ¿qué poderes, sean visibles o secretos, se asocian para combatirla?
La clase peligrosa es el resultado social más cruel de la economía global. La integran los habitantes de la Argentina escondida y nocturna que deambulan como zombis en los márgenes de los centros urbanos. Su épica es la de la supervivencia a través de métodos de producción y recolección que el capitalismo considera anacrónicos. En una palabra: sobran.
En este libro, Juan Grabois –militante social y actor destacado en las discusiones públicas–, narra la experiencia vital de los ciudadanos “peligrosos” con la maestría narrativa del testigo que sabe qué, cómo y dónde hay que mirar lo que se quiere ocultar. También se detiene con su ojo de halcón en las razones por las que el mundo del poder y el dinero se dirigen hacia su autodestrucción.
A pesar de las desdichas que se multiplican en los escalones más bajos del paisaje colectivo, la lucidez crítica del autor se niega a refugiarse en el pesimismo, variante de la comodidad política y el desdén. Para Grabois hay una salida. Es de corte humanista, y consiste en mirar hacia abajo. La clase peligrosa es su fundamento. 

viernes, 11 de enero de 2019

Juan Grabois: "La gente cambia y creo que Cristina cambió"


Juan Grabois: "La gente cambia y creo que Cristina cambió"

“Veo en ella una apertura muy grande al armado político”, dice el líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos. En esta entrevista, explica qué lugar quiere ocupar en un eventual nuevo gobierno de CFK. En el libro que acaba de publicar lamenta que ya no exista un “espectro” como el del comunismo para asustar a los poderosos
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Es un personaje que, como él mismo dice, está "en el candelero". Y acaba de publicar un libro en el que expone su pensamiento político y las razones de su militancia con los "excluidos". La clase peligrosa. Retratos de la Argentina oculta es en parte una historia de su movimiento, de cómo se relacionó él con esos sectores marginados y precarizados, además de un análisis de la realidad argentina y mundial con especial acento en la brecha entre ricos y pobres, el creciente número de excluidos y la necesidad de organizarlos y darles herramientas políticas para poder presionar a esa egoísta clase ultrapoderosa y mil-millonaria y obligarla a ceder privilegios. "Tarde o temprano, todos los trabajadores de la economía popular serán reconocidos como parte del sistema laboral", asegura.
Grabois lamenta que no exista hoy un "espectro" que, como en el siglo pasado el comunismo, recorra el mundo asustando a la burguesía y arrancándole concesiones: así surgió el Estado de Bienestar, sostiene. En cierta forma, es el rol que espera jugar, convencido de que, si no se aportan soluciones para los millones de excluidos del sistema, la "guerra civil" que ya castiga a América Latina podría extenderse a Argentina.
— Tu diagnóstico sobre la brecha entre ricos y pobres en la Argentina y a nivel mundial es muy severo. Decís que si esto no encuentra una solución política, si los sectores excluidos no encuentran voceros y expresión, se puede desembocar en una situación de violencia. ¿Podría haber una opción por la violencia por parte de esos sectores?
— En América Latina hay una guerra civil, en cuotas. En Brasil. En México, en Colombia, que puede llegar a Argentina. Y que tiene que ver con las formas violentas que adquiere la exclusión, fundamentalmente a partir del narcotráfico, no a partir de la violencia política. El planteo en el libro no es que se va a desarrollar una alternativa de naturaleza si se quiere revolucionaria, es que se va a producir un nivel de degradación tan grande que ante esa población excedentaria a las necesidades del mercado laboral, se va a desarrollar un mercado paralelo que no va a ser el de los cartoneros, los vendedores ambulantes, los horticultores y los trabajadores de empresas recuperadas que organizamos nosotros sino un mercado que administre un negocio pequeño y simple, como dicen los Redondos, que es compro a cien y vendo a mil, que es el narcotráfico. Que se viene extendiendo en la Argentina, en Sudamérica, pero sin los niveles de guerra que tiene en Brasil donde hablamos de más de 30.000 muertos por año.
— Es inimaginable.
— Es inimaginable. En un período de gobierno son 120.000 personas. Son cifras que hablan de una guerra. Una guerra que tiene que ver con opciones político-económicas, con la distribución de la riqueza, con la falta de conciencia de los sectores dominantes de la sociedad acerca de la gravedad de la grieta entre quienes están relativamente integrados y quienes están absolutamente excluidos. Dos idiomas distintos, dos lógicas distintas, dos mundos distintos, que apenas entran en contacto por algunas interlocuciones o mediaciones que somos los movimientos populares, algunos sectores de la Iglesia, algunas Iglesias evangélicas, y, del otro lado, algunos sectores de naturaleza mafiosa con los cuales el poder se siente mucho más cómodo dialogando que con nosotros.  
(Crédito: Santiago Saferstein)
(Crédito: Santiago Saferstein)
— Ahora bien, los doce años de kirchnerismo y de experiencias análogas a nivel latinoamericano trajeron cierta redistribución del ingreso, cierta disminución de la pobreza, pero no hubo una disminución ni de la violencia ni de la grieta social. En un eventual retorno de una experiencia de ese tipo ¿qué cambiaría? ¿Por qué sería distinto? No creo que tu única crítica al kirchnerismo sea la corrupción.
— No, desde luego. Primero, en el caso argentino, la violencia disminuyó. En términos de tasa de criminalidad disminuyó sensiblemente en relación a lo que fue el final de los 90, los años 2001/2002. Bajaron unos seis, siete puntos los homicidios cada 100.000 habitantes. Creo que bajó de 11 a 5.
Estoy seguro que a la corta o a la larga el reconocimiento de todos los trabajadores de la economía popular como parte del sistema laboral en la Argentina se va a producir
— Es discutible. No hubo estadísticas, como con la inflación.
— Las muertes no las mide el INDEC. Es otro tipo de estadística. Pero, con independencia de eso, no se redujo la pobreza estructural. Se redujo sí sensiblemente la pobreza heredada de la peor crisis de nuestra historia y de hecho la última medición de pobreza de la UCA es la más alta de los últimos 10 años. Hubo una reducción de la pobreza pero no se redujeron algunos problemas estructurales que no miden los índices de pobreza por ingreso, que son muy tontos en algún punto. Porque no es lo mismo ganar 15.000 pesos si alquilás que si no alquilás. No es lo mismo ganar 15.000 pesos si vivís sin agua, luz, cloacas, desagües, asfalto, que si tenés servicios públicos. Son cosas muy concretas que no se han resuelto porque no estaban priorizadas, porque la casta política desconoce la realidad de los sectores excluidos. Conoce las estadísticas, 35 por ciento de pobres, como si fuera una abstracción. Ahora, dentro de eso hay segmentaciones por territorio, por condiciones de vida, etcétera, que requieren una intervención de política pública diferenciada, que sólo se puede desarrollar si las organizaciones populares tienen el poder suficiente para hacer oír sus reclamos. Estoy seguro que a la corta o a la larga el reconocimiento de todos los trabajadores de la economía popular como parte del sistema laboral en la Argentina se va a producir. Pero no porque haya habido una política ilustrada de nuestra élite diciendo bueno, mejor hagamos esto porque si no la vida va a ser peor para todos, sino por la presión y la fuerza de las organizaciones que esperemos que le gane la carrera a las mafias porque así como en Italia la última barrera (contra el narco) es el cura, en la Argentina la última barrera somos los movimientos populares.
(Crédito: Santiago Saferstein)
(Crédito: Santiago Saferstein)
— Hablas de la estigmatización, del prejuicio. La gente dice: son planeros, gente que vive de un subsidio y cuya única ocupación es ir con Grabois a una marcha, a ocupar terrenos. ¿Qué es exactamente la economía popular?
— Hacés una muy buena descripción de un prejuicio. Es muy difícil cambiarle la opinión al que ya tiene esa expectativa. Nuestros compañeros trabajan en distintas actividades semi artesanales de manera individual o en cooperativas, organizados por rama. Una es la rama de cartoneros, recicladores y carreros, otra la de vendedores ambulantes y feriantes, otra que llamamos de sociocomunitarios: merenderos, comedores, guarderías y otros servicios a la comunidad. Una rama de construcción, infraestructura social, vivienda, cordón cuneta, caminos, cloacas, etcétera. Una de "liberados", muchachos y muchachas que salen de los penales, con los que hacemos reinserción y bajamos la reincidencia muchísimo. El otro sector al que llamamos "Viento de libertad", son seis casas comunitarias de reinserción para pibes y pibas en situación de adicciones graves. Y la rama rural que agrupa horticultores, quinteros, pueblos originarios. Son actividades viejas que reverdecieron o nuevas actividades de subsistencia que se organizan de manera comunitaria. Por ley, esos trabajadores tienen un salario social complementario, del cual no vive nadie, que es lo que la gente llama el plan. Una transferencia de ingresos que va directamente a una tarjeta de débito, un reconocimiento del Estado a que esa persona realiza una tarea que no tiene una productividad desde el punto de vista mercantil, pero que tiene un valor social. Hoy lo recibe medio millón de trabajadores pero deberían recibirlo por lo menos 3 millones.
A veces hablo con investigadores del Conicet y les pregunto ¿qué es lo que ustedes reciben si no un subsidio?
— ¿No es universal?
— No y por eso siempre hay disputas por cupos.Hoy hay tres millones de personas en esta situación y hay 500.000 cupos. Hasta que se llegue a los tres millones va a haber conflictos. Porque hay dos millones y medio de excluidos de estos derechos. Que también es el derecho al monotributo social que te permite tener una obra social y aportes jubilatorios. Y el día de mañana será la ART, la licencia por maternidad, todos los derechos que le corresponden a quien se gana la vida laburando y que por hache o por be ese laburo no le genera un ingreso suficiente para vivir. ¿Cuáles son los sectores de alta productividad en la Argentina que tienen que "subsidiar" eso? Muy pocos. Yo a veces hablo con investigadores del Conicet y les pregunto ¿qué es lo que ustedes reciben si no un subsidio? No hay ninguna diferencia. Lo que hay es una valorización diferenciada de la productividad de uno y otro trabajo. Entonces queremos que las cuatro horas por día, cinco veces por semana, que una compañera nuestra está dándole la leche y dando amor a treinta pibes en una guardería sea reconocido como un laburo, no como una changa ni un plan. Esa persona está laburando y su productividad social es inmensurable, porque no sabemos cuántos de esos pibes de no estar ahí hubiesen terminado mal.
— ¿Los otros dos millones y medio no cobran nada o tienen otros subsidios?
— Lo que hay es una cobertura amplia heredada del gobierno anterior, que son la AUH y la inclusión jubilatoria. Pero esos ingresos no resuelven, no ya la pobreza, sino la alimentación. Hoy el salario social complementario son 5.000 pesos. Nadie vive con eso. Cualquiera se da cuenta de que ninguna persona puede trabajar de cobrar el plan porque de eso no vivís. Todo el mundo tiene que hacer otra actividad para ganarse el mango.
¿El peligro radica en un grupo de piqueteros que toman un pedazo de tierra?
— ¿Qué te propusiste al escribir este libro?
— Lo que intento expresar con la ambigüedad de la idea de "la clase peligrosa" es que con el nivel de desigualdad que existe hoy en el mundo producto de paradigmas tecnocráticos donde las finanzas y la alta tecnología son la punta de la pirámide, donde hay un uno por ciento que concentra el 50 por ciento de la riqueza, y el 99 por ciento restante se reparte el otro 50 por ciento también desigualmente; esos niveles de desigualdad llevan inevitablemente a una situación catastrófica.  Entonces, ¿el peligro radica en un grupo de piqueteros que toman un pedazo de tierra?, ¿en una mafia extendida de narcotraficantes que se desarrolla como consecuencia de la exclusión social?, ¿o en que hay una ínfima porción que concentra la mayor parte de las riquezas y excluye al resto? ¿Cuál es la clase peligrosa?, ¿la de los desposeídos, los excluidos, los planeros, los estigmatizados? ¿O es ese uno por ciento? Porque el 99 por ciento, nosotros, los pueblos del mundo, empezamos a quedar divididos en una mitad que vive muerta de hambre y atrás de un cordón policial y otra mitad que vive muerta de miedo encerrada mirando la televisión o internet.
Existe en el mundo esta necesidad de un contra poder frente al poder omnímodo del uno por ciento
— Decís en tu libro que, en el siglo XX, frente a la amenaza del comunismo, el capitalismo adoptó un rostro mucho más humano, social. El Estado de Bienestar, el peronismo. Ojalá hubiera otro "espectro" que asuste, es tu deseo. ¿Querés ser ese espectro en el dispositivo cristinista?
— No creo que sea un problema de Cristina. Captaste bien la idea, el uno por ciento no negocia de onda, el uno por ciento no respeta la ley. El Grupo Clarín no respeta la ley. Solamente si es interpelado por una autoridad superior. Y yo no creo que exista ninguna autoridad que lo interpele si no hay un contra poder o una contra presión. En el mismo sentido no creo que los grandes terratenientes de la Argentina, que prácticamente no pagan impuesto inmobiliario, o los capitales financieros de la Argentina, que prácticamente no pagan impuesto a la renta financiera, vayan a largar algo si no tienen un riesgo mayor. Existe en el mundo esta necesidad de un contra poder frente al poder omnímodo del uno por ciento. Que nosotros podamos constituir eso… hoy estamos en una etapa de subsistencia si se quiere. O de resistencia frente a la vida de mierda que ofrece este sistema a nuestros compañeros. Se lo podés preguntar a cualquier funcionario del gobierno: la población crece todos los años: ¿cuál es el programa para absorber territorialmente, para que tengan un lotecito las nuevas familias que se conforman? No hay ninguno.
— También se podría estimular el desarrollo de las economías regionales…
— Sí. Una nueva colonización. ¿Cuál es el proyecto? No hay ninguno. Entonces, ¿qué le queda a una familia que vive en una casilla donde ya hay diez que tomar otro terreno? No le queda nada, no tiene ninguna otra posibilidad. Entonces hay objetivamente una situación de inevitabilidad, sin entrar en ninguna valoración moral. Y si no se aborda esta situación de inevitabilidad de una manera inteligente, incluso desde el punto de vista de los integrados al sistema, para la preservación de su propia calidad de vida y sus propios intereses, y se aborda de esta manera populista de derecha, a lo Bolsonaro, planteándole a los sectores medios, medios bajos y medios altos: tu problema es el que está más abajo que vos, el negro de Senegal, el villero, el piquetero, el pibe chorro; a ese hay que meterle bala. Eso es pan para hoy hambre… En realidad, no es pan para nunca. Es una medida electoralista. No resolvés ningún problema. Si hubiera una política que fuera la mitad de lo que nosotros planteamos, reducimos a un tercio la tasa delictiva, simplemente trabajando bien con la gente que sale de los penales. El 85 por ciento de los delitos los cometen reincidentes. ¿Cuál es la política para la gente que sale de los penales? Ninguna. El Patronato de Liberados es un desastre, que funciona mal, el ENCoPe [Ente de Cooperación Técnica y Financiera del Servicio Penitenciario] que maneja las cooperativas dentro de los penales es una mafia. Hay un nivel de desconocimiento en los funcionarios, que abordan las cosas como una temática de marketing, realmente pasmoso y eso tiene que ver con el vaciamiento de contenido de los Estados democráticos y la comanda que toma el capital globalizado sobre la vida cotidiana de las personas. Hoy es mucho más determinante de la vida cotidiana una decisión que toma Apple o Google que lo que diga (Horacio) Rodríguez Larreta, porque la capacidad o interés de sus funcionarios de que funcione, por ejemplo, el Consejo del Menor y la reinserción de pibes de entre 16 y 18 que delinquieron no existe. Y ese pibe va a volver a robar. Se arruina la vida él, le arruina la vida a otro y después aparece un señor diciendo que hay que construir más cárceles, cambiar el Código Penal. Es un engaña pichanga, no van a solucionar ningún problema.
Yo era muy crítico de Cristina, sigo siendo crítico, pero se me están yendo las ganas de ser crítico viendo este panorama catastrófico
— Supongamos que Cristina vuelve a la Presidencia, probabilidad que aumenta si seguimos así, ¿en qué lugar te ves en su dispositivo?
— Hay dos cosas: la primera es la creación de un Ministerio de Desarrollo Humano Integral, que tenga un área de integración urbana de los barrios populares que ponga el agua, la luz, las cloacas, los desagües, las salitas, las plazas de los 4.500 barrios populares que relevamos durante los últimos años, donde viven alrededor de cinco millones de seres humanos. Y eso requiere el 2,5 por ciento del presupuesto a gastarse en 4 años. Pero le cambia la vida a un montón de gente y resuelve de manera indirecta problemas de generación de empleo y de inseguridad. Puedo asegurar que cambia la vida. Eso es integración urbana de los barrios.  También una reforma agraria, que no es tampoco la revolución del campo, sino garantizar que por ejemplo los horticultores del cinturón verde de La Plata dejen de estar sometidos al pago de alquileres extorsivos; son decenas de miles de familias. Que los pueblos originarios, por lo menos 1.500 comunidades reconocidas, tengan su título comunitario. Y el tercer punto es el desarrollo de la economía popular, las ramas que mencioné, de una manera un poco más tecnificada, con capacitación, etcétera. No para competir con la industria ultra moderna pero por lo menos para garantizar mejores niveles de productividad y un ingreso para ese sector. Es el área que a mí más me interesa, el desarrollo humano del 30 por ciento que está en situación de pobreza o exclusión.
¿Por qué si no se resolvieron antes los problemas se resolverían ahora con el mismo gobierno? Porque no sería el mismo gobierno, sería otro gobierno
— Dijiste dos cosas. ¿La otra es…?
Otra cosa que le pediría a Cristina que haga, y pienso para eso en gente como Pino Solanas, es el área de transparencia, calidad institucional y control social de todas las instituciones. De los políticos, de las fuerzas de seguridad, de los jueces. Porque creo que para combatir la corrupción hay que darle poder a los ciudadanos. Y eso implica capacidad de controlar a quienes están a su servicio. Por ejemplo, ¿por qué los jueces están en Tribunales y no en los barrios donde tienen jurisdicción? En materia de participación popular, social, hay un montón de mecanismos que también resolverían problemas. Me hiciste una pregunta antes que yo no contesté: ¿por qué si no se resolvieron antes los problemas se resolverían ahora con el mismo gobierno? Porque no sería el mismo gobierno, sería otro gobierno. Sería la misma conducción política, con la que tengo acuerdos y desacuerdos. Acuerdo sobre la visión geopolítica: la Argentina no tiene futuro subordinándose a los organismos internacionales y a Estados Unidos. Tiene un futuro en un mundo multipolar con un bloque regional latinoamericano. Esa es la vocación que la ex presidenta desarrolló. También estoy más cerca, no cien por cien, pero más cerca, de cierta perspectiva macroeconómica más vinculada a la protección del mercado interno y del empleo industrial. Hemos perdido 100.000 empleos industriales, que son los de más alto salario, en el período de Macri. Desde luego creo que para hacer eso tiene que haber gente nueva, ideas nuevas, pero también hay una experiencia y un liderazgo acumulados en Cristina que no hay que descartar por más críticas que se tengan. Y yo era muy crítico, sigo siendo crítico, pero se me están yendo las ganas de ser crítico viendo este panorama catastrófico.
— Decís que no juzgás la moral de la gente por su ubicación política. Y que si un funcionario del gobierno actual está dispuesto a trabajar para concretar alguno de tus proyectos, no tenés problema, sos pragmático. Pero el kirchnerismo se caracterizó por un sectarismo cerril. Han duplicado funciones: para no trabajar con gente que no fuese del palo, eran capaces de nombrar tres personas más en un lugar. Decís que no va a ser el mismo gobierno, pero el sistema argentino es muy presidencialista, no sé qué garantía puede haber de que no vaya a ser el mismo gobierno…
— Menciono dos o tres elementos que a mí me dan cierta tranquilidad. Comparto la caracterización que vos hacés, no de Cristina o del kirchnerismo como categoría, hubo gente de todo tipo, pero sí que era una característica de muchos funcionarios con poder en el gobierno anterior: sectarismo, cerrazón, incapacidad de diálogo con el que le planteaba algún elemento crítico. Lo viví. Pero también creo que la gente cambia y creo que Cristina cambió en ese sentido. También creo que las victorias y las derrotas transforman a las personas. Lamentablemente, en general las victorias las transforman para mal y las derrotas para bien, es una paradoja, pero suele suceder.
— A veces ya es tarde.
— A veces ya es tarde. Y a veces no. Y después creo que ni el peor gobierno puede destruir un país si hay un pueblo consciente de sus derechos, ni el mejor gobierno puede avanzar si no hay organizaciones sociales, comunitarias, una sociedad civil que lo interpele poderosamente. Y el sector de la economía popular que nosotros, con muchos errores, fuimos conformando, los vecinos de los barrios populares, el sector campesino indígena, hoy tiene una voz, tiene cuadros que no vienen de los sectores medios sino que se han formado desde la base, que tienen capacidad de explicar en cada distrito las situaciones, tiene intelectuales orgánicos que trabajan al servicio de ese sector, y veo en Cristina una receptividad muy grande a ese tema desde el punto de vista de la problemática social y de los excluidos. También veo una apertura muy grande de ella al armado de naturaleza más política y veo algo que no les veo a los demás que es coraje para enfrentar a determinados poderes corporativos. Yo formo parte de un poder corporativo, débil, que es el poder de los de abajo. Pero cuando peleo por ellos peleo por un sector, no peleo por la totalidad. Y soy consciente de eso, es el rol que tengo hoy. Y lo hago con mucho orgullo porque para mí es la opción preferencial que tiene que tener un ser humano, un cristiano. Pero hay otras corporaciones frente a las que hay que tener coraje.  Nosotros logramos negociar muchas con este gobierno. Y una de ellas era la modificación de la Ley de Alquileres. Dos o tres pavadas: que el contrato sea por 3 años, que la comisión la paguen los dueños o las inmobiliarias y no el inquilino. Pavadas. Pegaron tres gritos las cámaras inmobiliarias y se cayó la ley; Macri ya la había anunciado. Iban a subir un poquitito el impuesto a los bienes rurales en el ítem bienes personales, pegaron tres gritos los dueños de la tierra… se cayó. Con un gobierno que cede ante todas las corporaciones del poder económico va a ser muy difícil resolver los problemas.
O hay un nivel mínimo de justicia social o esto va a ser cada vez más invivible
— Hay una estigmatización hacia el sector que vos representas; y también se produce lamentablemente un conflicto de pobres contra pobres. Pero en tu libro veo cierta estigmatización cuando decís "burgueses asustados", como si la inseguridad afectara a los ricos. Eso también es estigmatización.
— Estoy de acuerdo con la crítica en el punto, yo cuando hago una caracterización sobre media sociedad con miedo y media sociedad con hambre es una metáfora, en general los que tienen hambre también tienen miedo. Hay una pelea de pobres contra pobres muy clara entre los sectores medios bajos y los sectores bajos-bajos. Que eso es algo terrible que ha pasado en la Argentina, entre la clase trabajadora, asalariada, por ejemplo, los curtiembreros de Lanús, y los de la villa de al lado que se odian más entre ellos que a ese uno por ciento que es una abstracción. Eso es terrible porque es una fractura social muy profunda. Aparte es de una torpeza política algo esnob plantear que un taxista, un kiosquero, un almacenero, un carnicero o cualquier laburante que vuelve de laburar cansado y que lo chorean y enojado dice hay que matar al chorro es un fascista. No, es un señor al que se le vulneró su derecho a vivir con un nivel mínimo de tranquilidad y que tiene bronca. Frente a eso hay dos posibilidades: o tocás esa fibra para aprovecharla políticamente, es lo más fácil, o tratás de darle cierta racionalidad a la situación. Si se quiere resolver este problema estructuralmente no será comprando más balas sino comprando más tizas, lo vamos a resolver con educación. Yo puedo estar equivocado pero estoy equivocado con una convicción. Estoy seguro de que (Patricia) Bullrich sabe perfectamente que no va a resolver los problemas de esa manera, que Macri lo sabe perfectamente y que lo que hacen es instrumentalizar la angustia de gente de sectores populares, de clase trabajadora, instrumentalizarla para tapar toda la problemática socioeconómica que crearon con una pésima estrategia. Sí hay que plantearle a la sociedad que o hay un nivel mínimo de justicia social o esto va a ser cada vez más invivible.